semana 3
la evaluación
Hace varios años en una escuela en la cual trabajaba me sucedió que una madre de familia de una niña de primero a mitad de año cuando le entregue las notas de su hija se me acerco y me dijo “profe porque mi niña solo pierde español y las otras materias no las pierde? Lo mismo pasó en el primer periodo que pasa pues? No ve que ella no sabe leer y por más que trato, no aprende todavía, yo no quiero que ella pase floja a segundo o mucho menos que le regale el año” la mamá se notaba preocupada y al igual que ella otras madres, porque sus hijos aun sin “leer” no perdían las materias y en cambio en los otros dos grupos de primero por “no saber leer “ perdían casi todas con excepción de educación física, ética , religión y tecnología.
Antes de explicarles como los evaluaba me pregunte ¿será que se nos olvida ver el vaso medio lleno y lo vemos mejor medio vacío?
Para resumir les explique a las madres que tenían las dudas que yo no evaluó solo si saben o no saben, que en ellos evaluó procesos, el camino que van construyendo para alcanzar el logro y si perdieron solo español fue porque aún su proceso en esta área no muestra avances significativos , pero no porque “no sepan leer ” sino porque aún les falta reforzar aspectos que permitirán que se alcance este logro y en las otras áreas aun cuando no las saquen muy altas se nota que comprenden y sus aportes tanto en el hacer como en el ser demuestran que cumple con lo que solicita el sistema evaluativo de la institución y no se necesita “saber leer ”para demostrar lo que se sabe.
No olvidare ese día porque ese día estas madres entendieron que el aprender es un proceso y que como tal requiere de un apoyo y practica constante para alcanzar las metas.
Hoy recuerdo ese día y lo traigo a este contexto, porque pienso que como maestros diariamente tenemos en nuestra cabeza esa pregunta de ¿cómo evaluar? Y ¿cómo esa evaluación podría motivar o desmotivar a nuestros estudiantes? ,porque sabemos que debemos evaluar , pero no para frustrar a nuestros estudiantes o a nosotros mismos, sino para mejorar y comprender que aspectos se deben fortalecer, es decir que la evaluación yo la veo y la entiendo como un aspecto del diario vivir donde no solo yo evaluó, sino que también soy evaluado, pero con el único fin de construirme como individuo social y no para ser el mejor o más que los otros.
Esta y muchas otras experiencias relacionadas con la evaluación me han llevado a pensar que la evaluación no es mala por el contrario es necesaria, pero no viéndola desde algo simplemente cuantitativo, porque pienso que un número no define lo que se sabe, sino que evaluarnos permite ver nuestros alcances y los de los demás, por eso a mis estudiantes que son de primero de primaria les motivo y fortalezco la autoevaluación, coevaluación y heteroevalución entre ellos y hacia el profesor , porque así creo que se deja de pensar en una nota que me defina que soy o no soy bueno y pensar en que aspectos debo fortalecerme para alcanzar mis logros y metas, además de entender que no en todo puedo ser bueno, pero que tengo mis fortalezas en aspectos específicos .
Del mismo modo que se presenta esta situación en lo cotidiano se podría pensar que en un ambiente virtual ocurra algo similar, ya que muchas veces somos esperando que se nos evalúe , que se nos dé una nota por parte del docente orientador y olvidamos autoevaluarnos ver cual fue el proceso por el cual se tuvo que pasar para lograr el producto a presentar, pero es de resaltar que en un ambiente virtual se podría fortalecer en lo evaluativo el aspecto de la coevaluación , ya que al permitirles a todos observar el trabajo realizado no sería solo el docente quien evalúe, sino que de los aportes de los otros se enriquezca mi evaluación, es decir que las mediaciones tecnológicas aportan a que el aprendizaje se construya colaborativamente y sobre el cual los procesos de evaluación no solo estarán bajo la total responsabilidad del docente orientador, sino sobre todos los que forman parte del proceso incluyéndose a uno mismo.